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CENTRO DE ESTVDIOS ABVLENSES Abla- Almería

ENTREVISTA EN LA RADIO

ENTREVISTA EN LA RADIO

                                        Logotipo de la cadena de radio

     El pasado lunes 09 de Agosto a las 13,30 horas fue emitida una entrevista radiada por la cadena “Onda Cero” con el director del Centro de Estudios Abulenses (Abla, Almería), ante la imposibilidad de conexión el viernes anterior por problemas técnicos de sonido, con motivo del desplazamiento de la citada cadena de radio a la localidad.

     La temática sobre la que giró la entrevista fue muy variada. El periodista se interesó acerca de la publicación editada en 2002 “Raíces populares de Abla”, acerca de la posibilidad de realizar una nueva edición, dado que la actual está casi agotada. Igualmente, se ofrecieron unas pinceladas históricas de este milenario pueblo y del patrimonio histórico-local.

     Resultó interesante “La Ruta de las Fortalezas” como atractivo para la práctica del senderismo, ofertada dentro del programa de festejos de verano. También se interesó el locutor por las particularidades del léxico de Abla y de la gastronomía local. Finalmente, se abordaron las distintas opciones que ofrece Abla como reclamo turístico, que supone un impulso para la economía local. En suma, una entrevista radiada que a la vez de ser interesante resultó informativa y divertida.

LA RUTA DE LAS FORTALEZAS

LA RUTA DE LAS FORTALEZAS

                                     Vestigios de la fortaleza de Abla 

          Esta ruta temática permite acercarnos a conocer los vestigios de las principales fortalezas árabes de Abla, enclavadas en lugares estratégicos para el control de los caminos, que desempeñaron un papel crucial en las guerras sostenidas entre los reinos de taifas de Granada y Almería en el siglo XI.

            Partimos del emplazamiento de la fotaleza de Abla, que reedificaran los árabes hacia el año 888, según menciona Ibn Hayyan en su obra literaria “Al Muqtabis”.

            La antigua fortaleza árabe estaba ubicada en la cima de la estribación montañosa sobre la que se asienta el pueblo. Presenta planta irregular adaptada a la forma amesetada, cuyos únicos vestigios subsistentes son los restos de lienzo del muro de poniente y el aljibe semienterrado, que recuerdan el esplendor en otro tiempo de esta ciudadela.

            Por su importancia estratégica, la función principal estaba ligada, además de la defensa de la población, al control de la ruta medieval que discurría de Granada a Almería. También desempeñó un papel relevante como centro neurálgico de las distintas fortalezas del entorno: Abrucena, Fiñana, Peñón de las Juntas, Montagón, Alcazavilla y las Torrecillas, que se hallaban comunicadas visualmente mediante señales visibles (humo o fogata) y que formaban un complejo sistema defensivo de la zona.

            Con la rendición de la fortaleza a los Reyes Católicos durante la campaña de Reconquista en 1489 perderá su funcionalidad e irá decayendo paulatinamente hasta quedar en un estado ruinoso y de abandono.

            Bajando la cuesta S. Marcos tomamos por el Alboyón  la antigua carretera en dirección a Almería y nos desviamos por el carril que conduce al Peñón de Las Juntas, donde antiguamente se asentaba una fortaleza árabe, que databa de época del Emirato (ss. VIII-IX), atendiendo al estudio sobre material cerámico disperso sobre la superficie. Estaba ligada al control sobre la comunicación del interior granadino al litoral almeriense por esta vía natural.

            Se halla ubicada en un promontorio amesetado en forma de espolón rocoso y escarpado de difícil acceso, salvo por su lado oeste. Además, favorece su inexpugnabilidad al hallarse flanqueada por la confluencia a su pie de los ríos Abrucena y Nacimiento.

            La fortaleza árabe estaba construida de mampostería en seco con lajas de pizarra. El trazado del recinto amurallado cerraría totalmente la zona más elevada, cuyas murallas formaban un perímetro totalmente cerrado, tanto en las zonas más escarpadas y de más fácil defensa (oeste y sur) como en las más alomadas (norte y este). El citado yacimiento arqueológico tiene forma ovoidal y presenta dos recintos diferenciados.

            El recinto interior tiene planta de tendencia rectangular sobre plataforma cortada. Presenta habitaciones rectangulares en los extremos adosadas a la muralla, que dejan un espacio abierto al interior a modo de patio central.

            Siguiendo el cauce del río Nacimiento en dirección al pueblo nos encaminamos por la rambla Alfarache hacia el camino Real hasta llegar al cortijo de Amador, donde nos desviamos hacia el cerro Montagón, en cuyo emplazamiento existía una fortaleza árabe según describe el informante Madoz a mediados del siglo XIX y que aparece corroborado por el hallazgo de cerámica musulmana en las distintas prospecciones arqueológicas realizadas.

            Estaba vinculada a la fortaleza de Abla y su función estaba ligada al control del camino próximo y a la alfarería de este paraje. Desde la cima se ofrece una vista panorámica que domina la fértil vega de alrededor.

            Descendiendo del cerro tomamos la inmediata carretera de la Estación que nos conduce directamente hacia el pueblo.

 

EL ORNAMENTO FLORAL DEL TRONO PATRONAL

EL ORNAMENTO FLORAL DEL TRONO PATRONAL

                             Antiguo adorno floral del trono patronal  

            Tradicionalmente el conjunto iconográfico de los Patronos de Abla aparece plasmado en el trono por cinco imágenes religiosas distribuidas en dos niveles, uno inferior (terrenal) donde aparecen representados los Tres Mártires como humanos y mortales, y otro superior (celestial) donde figuran la Virgen de Buen Suceso con el Niño, izados sobre un pedestal como signo de divinidad y protección.

            En el plano inferior se personifica a los santos Apolo, Isacio y Crotato vestidos con indumentaria de soldados romanos. Atendiendo a su posicionamiento, la imagen central de Isacio exalta en su mano derecha la cruz, Apolo situado a la derecha, (desde el punto de vista del espectador) se muestra en posición orante y Crotato aparece representado en el lado opuesto con la mano izquierda en el pecho. En el segundo plano, la Virgen del Buen Suceso se muestra sosteniendo el Niño en su brazo izquierdo.

            Si bien, las actuales imágenes patronales son una réplica, salvo algunos detalles apreciativos, de las anteriores tallas barrocas del siglo XVIII perdidas en 1936, cuya posición en el trono procesional se mantiene intacta sin alteración alguna, no sucede lo mismo con el ornato floral que experimentó una modificación drástica hacia mediados del siglo XX.

            Haciendo un estudio comparativo entre el trono patronal tradicional, portado a hombros y el actual, conducido a partir de la década de los setenta, se observa una clara diferenciación en el adorno floral. Antiguamente, el trono aparecía adornado por varios arcos florales, que recubrían respectivamente a las imágenes patronales (similares al que luce el Patrón de Abrucena S. José). Su distribución variaba, en ocasiones estaba formada por tres arcos base semicirculares que alojaban respectivamente a cada Mártir, más otro superpuesto sobre el central destinado a la excelsa Patrona de Abla o un gran arco central flanqueado por dos laterales rebajados. Con la adquisición de las nuevas imágenes en 1958 se quebró esta costumbre ornamental y fue reemplazada por un nuevo modelo de ornamento floral, consistente en dos jarrones metálicos laterales adornados principalmente con rosas blancas salpicadas con claveles rojos. Actualmente, se ha optado por primar la voluntad y disposición de los “hermanos mayores” de la Hermandad Santos Mártires, que son los encargados de su aderezo.

            La particularidad del ornamento floral del trono procesional de los Patronos es su marcado simbolismo. Como manda la Tradición, debe portar flores rojas, alusivas al martirio y blancas, referidas a la santidad de los Tres Mártires. Los nuevos diseños florales de los últimos años han sustituido la costumbre ornamental de flores del tiempo por el diseño artístico, que muestra una gran variedad de flores de mercado de diverso colorido, pero respetando básicamente la tradición religioso-local donde nunca deben faltar las simbólicas flores rojas y blancas, independientemente de las especies a que pertenezcan.

EL TRASPASO DE ALBA A LA PROVINCIA TARRACONENSIS

EL TRASPASO DE ALBA A LA PROVINCIA TARRACONENSIS

                                            Mapa de la provicia Baetica

     La nueva reordenación territorial en 12-7 (a.C.) decretada por Augusto, conllevó el traspaso del Saltus Castulonensis, donde estaba incluida la ciudad romana Alba (Abla, Almería), desde la provincia senatorial Baetica a la imperial Tarraconensis.

     El motivo fundamental era asegurarse el emperador el control de los yacimientos mineros de esta zona limítrofe, concretamente esta zona de la provincia Bética comprendía los yacimientos mineros de Linares, Cartagena y el sector oriental de la sierra de Gádor y Sierra Nevada.

    Por esta razón Alba va a ser traspasada, quedando comprendida administrativamente en la provincia Tarraconense y adscrita judicialmente en la circunscripción del conventus iuridici Carthaginiensis.

LA COLONIA PÚNICA ALBTHA (ABLA, ALMERÍA)

LA COLONIA PÚNICA ALBTHA (ABLA, ALMERÍA)

                                  Referencia a ALBTHA (Zobel de Zangroniz)

     La protohistoria es el período de tiempo transcurrido entre la Prehistoria y la Historia, considerada ésta con el cambio de Era, y que viene a coincidir con la Edad del Hierro donde se desarrolla la etapa de las colonizaciones en la costa peninsular (griegos, fenicios, púnicos).

     A este período corresponde la colonia púnica ALBTHA, que a diferencia de los enclaves costeros se encuentra instalada en el interior con la finalidad de explotar y comercializar el mineral de los yacimientos de las sierras Baza-Filabres y Nevada hacia los puertos del litoral.

    La numismática ha facilitado cuatro ejemplares de monedas púnicas pertenecientes a los siglos II-I (a.C.) donde aparece acuñada la citada ciudad de procedencia, expresada en caracteres púnicos y que los técnicos la localizan en Abla (Almería). Su importancia es que abre una etapa en la protohistoria de Abla con el asentamiento de la citada colonia púnica, que emitió su propia moneda.

ENTREVISTA CON EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

ENTREVISTA CON EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

        Charlando con el Presidente de la J.A. y el Alcalde de Abla

 

     El Presidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán visitó Abla el pasado día 28 de Mayo, con ocasión de la inauguración de la Residencia de Mayores en Abla, a la que asistieron varias autoridades de la provincia y comarca Río Nacimiento.

 

     Tras la inauguración tuvo lugar en la terraza del edificio una ágape en un ambiente afable y distendido, donde el presidente conversó con distintas asociaciones de la localidad interesándose por sus cometidos y aspiraciones.

 

    El director del Centro de Estudios Abulenses tuvo la oportunidad de conversar con el Presidente, que se interesó especialmente por distintos aspectos temáticos de la historia local y en particular por las peculiaridades que caracterizan a este pueblo en almeriense, sorprendiéndole que la antigua ABVLA y su gentilicio (abulenses) se correspondan con Abla.  

LA IMPORTANCIA DEL MAUSOLEO DE ABLA

LA IMPORTANCIA DEL MAUSOLEO DE ABLA

                     Mausoleo con antelación a la restauración

 

     Su importancia histórico-artística se basa en tres razones fundamentales. Está considerado como el edificio más antiguo conservado de la provincia de Almería, entendido en el sentido de construcción arquitectónica vertical, a diferencia de las construcciones prerromanas provinciales, cuyos vestigios no pueden considerarse como edificaciones conservadas. Su datación es del siglo II (d.C.) y cobra mayor antigüedad que el mausoleo romano de El Daimuz (s. IV) en El Ejido y por supuesto anterior a la alcazaba árabe de Almería (s. X).

 

     Conserva la bóveda de arista considerada entre las más antiguas subsistidas en las construcciones hispanas y quizás la única conservada en monumentos funerarios túrricos hispanos, que se encuentran en su mayoría con diferente bóveda o desprovistos de cubierta por su pérdida.

 

     Es el ejemplar perteneciente al rito de inhumación mejor conservado en la península ibérica (España y Portugal), dentro de la tipología a la que queda adscrito, como sepulcro turriforme de edícula abierta, dado que la mayoría de estos mausoleos romanos peninsulares se han  perdido o no han llegado en un estado óptimo de integridad.

LA CIUDAD ROMANA ALBA (ABLA)

LA CIUDAD ROMANA ALBA (ABLA)

Localización de Alba en Hispania (Zobel de Zangroniz)

 

Con el Edicto de Latinidad (s. I) concedido por Vespasiano a Hispania, Alba se beneficia de la concesión del nuevo status. De este modo el “oppidum” ibérico Abula (civitas stipendaria) promociona a municipio latino (municipium civiun latinorum) y su población cambia el status peregrini pasando a adquirir la ciudadanía latina (cives latini), que les aporta ciertos beneficios y derechos civiles. Por consiguiente, cabe deducir que Abla fue constituida en municipio flavio en el siglo I.

La epigrafía avala que Alba fue constituida en municipio romano. La municipalidad aparece confirmada en la desaparecida inscripción del pedestal de Avitiano, ubicado en la plaza S. Antón (3401 C.I.L. II), donde figura el término “ORDO REI P[ublicae]”, que hace referencia a la Curia o “senatus local”.

El municipio romano de Alba comprende la urbs (ciudad) y el territorium o circunscripción municipal, que es el espacio físico delimitado bajo la competencia administrativa de la Curia o senado local en calidad de centro político. El único testimonio arqueológico de la ciudad es su necrópolis, cuyo máximo exponente es el mausoleo de Abla.

LA CIUDAD BASTETANA ABVLA

LA CIUDAD BASTETANA ABVLA

                        Abula en la "regio" de Bastetania

 

     La voz “Abula” es un topónimo prerromano meridional de origen indoeuropeo(*), razón de que la ciudad ibérica ABVLA, quede ubicada por unanimidad entre los estudiosos en la “regio” sureña de Bastetania e identificada con la población almeriense de Abla, localizada en el sureste peninsular.

 

     La importancia de esta ciudad en la historia es la mención que hace el geógrafo Ptolomeo (s. II) en su obra “Geographia” y por ser la sede de su evangelizador y obispo S. Segundo, considerada como una de las primeras sedes episcopales hispanas.

 

     La arqueología local viene a confirmar la identificación de Abla con este oppidum  ibérico gracias a varios yacimientos arqueológicos de la localidad donde se han hallado distinta cerámica ibérica y una moneda de Castulo, que corroboran el origen prerromano de Abla.

 

(*) GARCÍA SÁNCHEZ, Jairo (2007). Atlas toponímico de España. Madrid, Arco/libros S.L., pp. 39-40. 

LA COOPERACIÓN C.E.A. - I.E.A.

LA COOPERACIÓN C.E.A. - I.E.A.

                               Sede del I.E.A. en Almería

 

     En virtud del Acuerdo núm. 10 (18/2010) del Instituto de Estudios Almerienses (Diputación de Almería), de fecha 07 de Abril de 2010, se acuerda en su punto 1º aprobar la admisión como miembro del I.E.A. a Antonio J. Ortiz Ocaña, que queda adscrito al Departamento de Historia.

     Este acuerdo abre nuevas vías de cooperación entre el Centro de Estudios Abulenses y el Instituto de Estudios Almerienses, con vistas a fomentar y promocionar la cultura abulense en general en sus diversas facetas en el ámbito provincial.

     Las iniciativas inmediatas del C.E.A., aprovechando la oportunidad que se brinda con la restauración del mausoleo por la Junta de Andalucía y la elaboración del proyecto “Martyrium” por la Parroquia es complementar la investigación de la ciudad romana Alba con la realización de diversas actividades en la localidad como: la celebración de jornadas arqueológicas, encuentros históricos, coloquios, conferencias, etc., que contribuyan en modo alguno al estudio y divulgación del pasado romano de Abla. 

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "LA CONQUISTA DE TOMBUCTÚ"

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "LA CONQUISTA DE TOMBUCTÚ"

                  Celebración del acto (Foto Antonio Oliva)

 

     El pasado día 21 de mayo se celebró en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, dentro del programa de las Fiestas Patronales de Abla, la presentación del libro titulado “La conquista de Tombuctú” del autor Antonio Llaguno Rojas, editado por Almuzara.

     El acto comenzó a las 19,30 horas, donde asistieron varios vecinos amantes de la lectura, con un saludo de bienvenida por el alcalde José M. Ortiz, que hizo una exposición biográfica del autor y Antonio J. Ortiz que señaló el nexo de causalidad entre los orígenes moriscos y el final de la conquista de la mítica ciudad del desierto.

     El autor expuso brillantemente las líneas generales del contenido del libro, así como el legado permanente que subsiste en Tombuctú, cerrándose el acto con la entrega de ejemplares al personal asistente, que fueron dedicados amablemente por el autor. Finalmente, se ofreció un vino en “la Posá del Tío Peroles”, donde el personal congregado intercambió sus impresiones de esta interesante obra recomendable.

LOS FESTEJOS PATRONALES EN LA PLAZA MAYOR

LOS FESTEJOS PATRONALES EN LA PLAZA MAYOR

                Festejo taurino en la plaza Mayor

 

En la transición de la década de los sesenta a los setenta (s. XX) se produjo en Abla una alteración de los eventos patronales celebrados en el centro neurálgico de la villa, a raíz de la sustitución del pavimento despejado de tierra por el cementado y la colocación de una rotonda central ajardinada. Como consecuencia de la remodelación urbanística, algunos actos festivos han perdurado como la Toma de la plaza y la procesión del “Día de la Patrona” mientras que otros han desaparecido, caso de la fiesta taurina y “los juegos patronales”. Recientemente, han surgido nuevas programaciones participativas en los últimos años (concursos de cata de mosto y platos típicos, etc.).

Antiguamente, la celebración en Abril de las Fiestas Mayores en honor de los Patronos de la localidad, los Santos Mártires Apolo, Isacio, Crotato y la Virgen del Buen Suceso, conllevaba una serie de festejos de diversa índole en la plaza Mayor: procesiones, conciertos, toros, juegos populares, espectáculos, fuegos artificiales, verbena popular, etc.

Tradicionalmente los festejos se iniciaban oficialmente el día 19 de Abril a las 12.30 horas con repique de campanas y el trueno anunciador o chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento, que daba aviso del comienzo de las Fiestas Patronales. A continuación, se procedía a la Toma de la Plaza, un concierto ofrecido por la Banda Municipal que interpretaba un repertorio variado de música.

Con ocasión de la festividad de la Excelsa Patrona la Virgen del Buen Suceso, el día 20 de Abril, tras la celebración de la Santa Misa en el templo parroquial tenía lugar la procesión de los Patronos para “dar la vuelta a la plaza” y regresar a la Iglesia, acompañados por autoridades, clero, escuadra de gastadores, banda de cornetas y tambores, banda de música, feligresía y devotos en general.

Otro atractivo era la celebración de los “Juegos Patronales” o juegos populares, promocionados por la Comisión de Festejos, que diferían según la programación de cada año. Estaban destinados a los mozos atrevidos donde los ganadores obtenían un premio preestablecido. Los más usuales eran “las carreras” de sacos, cintas, burros, etc., cuyo vencedor recibía el galardón concedido por el Ayuntamiento. La cucaña probaba la habilidad de los jóvenes en un poste impregnado y resbaladizo, donde los competidores debían trepar hasta el extremo para coger el premio colocado. “La cuerda”, ponía a prueba la fuerza y destreza de dos grupos de concursantes tirando por los extremos, etc. Otro juego era “la olla de la suerte”, consistía en que cada participante con los ojos vendados debía romper con un palo una de las diversas ollas colgantes, que contenían agua, “papelillos”, una rata, etc. o el premio acertado.

En la Fiesta local no podía faltar “la corrida de toros”, que aparece documentada en un pleito de 1738 y posteriormente en un cartel taurino de 1927. El provisional coso de madera y cuadrilongo, instalado para la ocasión, se adaptaba a la plaza casicerrada y cuadrangular. Estaba formado por una “barrera” montada con palos roderos, a modo de valla que circundaba exteriormente al ruedo, donde se alojaban los burladeros, los tendidos, los palcos particulares y el reservado a la banda de música, que amenizaba el ambiente. La asistencia al espectáculo taurino era muy concurrida, incluidos los abulenses más humildes, que aprovechaban la entrada libre del último toro de la tarde.   

La plaza central del pueblo cobraba vida en estas fechas, tanto con los festejos municipales, incluida la verbena popular, como con los puestos de los feriantes: “los turroneros”, la churrería, el tío vivo o “los caballitos”, la pequeña noria o “cunicas”, la caseta de tiro, las actuaciones de titiriteros ambulantes y otras atracciones de feria, donde el vecindario y visitantes asistían para disfrutar de estos días tan significativos del calendario local.

ABLA EN FIESTAS PATRONALES

ABLA EN FIESTAS PATRONALES

                                                              Banderola Patronos de Abla

 

                                  ¡FELICES FIESTAS!

ABVLA EN EL MAPA DE PTOLOMEO

ABVLA EN EL MAPA DE PTOLOMEO

                                Hispania en el mapa de Ptolomeo

 

     El célebre geógrafo de Alejandría Claudio Ptolomeo (138-180 d.C.) representa en su mapa el mundo conocido de su época. Su obra “Geographia”, que comprende VIII libros constituye la culminación de la cartografía grecorromana.

     Al tratar de la geografía de Hispania en el libro II, menciona la ciudad ABVLA (Tablas II 6, 60), que la incluye en la “regio” de Bastetania entre quince ciudades ibéricas juntamente con la cercana Acci (Guadix), facilitando sus coordenadas de localización 11º 40’   39º 15’.

     La alusión de esta fuente literaria a la citada ciudad ibérica, prueba junto a varios yacimientos arqueológicos en el municipio la existencia de un “oppidum”, que tras la conquista romana dio paso a la ciudad romana ALBA. Amblas ciudades de la geografía clásica constituyen los precedentes históricos de la localidad almeriense de Abla.

IDEA PARA EL ENGALANADO DE LA PLAZA MAYOR DE ABLA

IDEA PARA EL ENGALANADO DE LA PLAZA MAYOR DE ABLA

                    Plaza de la Constitución de Guadix engalanada

 

     La plaza Mayor de Abla es el centro neurálgico de la villa, donde tiene lugar cada año varios acontecimientos significativos de variada índole, principalmente con ocasión de la Semana Santa y las Fiestas Patronales, aparte de otros tradicionales, festivos y costumbristas, señalados por el calendario local.

     La procesión “El Paso” es una representación religioso-tradicional que rememora el encuentro de La Verónica con la Virgen y su Hijo. Alcanza la máxima congregación de personal en la citada plaza para presenciar dicho “encuentro”. La celebración de las Fiestas Patronales en Abril es otro punto de encuentro en esta plaza, donde tiene lugar varios actos religiosos y lúdicos, donde afluyen multitud de vecinos y visitantes.

     Para realzar estos festejos, sería acertado proceder al engalanado de la Plaza Mayor, vistiendo los distintos balcones de las viviendas de la primera planta, con la finalidad de dar más vistosidad a los actos y de paso mimar el decoro en tan días señalados. Esta idea sólo pretende dar un toque de colorido y decoro, muy similar a las plazas de distintas ciudades y villas españolas.

LA RESTAURACIÓN DEL MAUSOLEO DE ABLA (s. II)

LA RESTAURACIÓN DEL MAUSOLEO DE ABLA (s. II)

                           Imagen del mausoleo restaurado

 

     La restauración del mausoleo de Abla ha padecido varias vicisitudes. El proyecto inicial de restauración hubo de suspenderse, dado que surgieron imprevistos de ejecución: el descubrimiento de la impermeabilización original, la aparición de restos de pintura en el interior y el hallazgo de los vestigios de otro mausoleo similar próximo, que obligaron a paralizar la obra. Estas novedades obligaron a la redacción de un proyecto de modificación, que contemplara los siguientes aspectos: prescindir del remate piramidal, elevación de la puerta y consolidación de los mencionados restos pictóricos hallados.

     Reiniciadas las obras hubieron se suspenderse nuevamente, debido al hallazgo durante los trabajos de arqueología de causas técnicas imprevistas, que conllevaron a la redacción de una segunda modificación al proyecto. Es de señalar, que la drástica intervención en la imagen exterior del cuerpo principal, recubriéndolo con un revestimiento (caja nueva) de protección fue desacertada, pues ocultaba la esencia del monumento. Se reconsidera esta actuación ante la confusión creada en el entendimiento del conjunto del edificio, pues aparecían dos intervenciones incongruentes: la primera en el cuerpo principal con un inadecuado revocado de obra reciente y el segundo en el basamento que aconseja una intervención al descubierto más acorde con la antigüedad del mismo. La solución estaba orientada a realizar una única intervención en el conjunto para recuperar la imagen original exterior, a fin de dejar constancia de la auténtica  construcción originaria.

     Finalmente, se acometieron las obras de la tercera fase, cuyas directrices son las siguientes: consolidar los restos de revoco policromado aparecidos en el basamento, dejar de manifiesto el correcto sistema constructivo con su perfil original y plantear unas nuevas cotas de intervención en la plataforma del conjunto. El resultado final de la intervención es la imagen actual que ofrece el mausoleo, que no deja indiferente a los interesados, tanto detractores como defensores, cuyo importe total del gasto invertido en la restauración es de 435.042 €.

 

EL ESCUDO DE GRANADA EN LA IGLESIA DE ABLA

EL ESCUDO DE GRANADA EN LA IGLESIA DE ABLA

                            Escudo del reino de Granada

 

     Se conserva un antiguo escudo de Granada (actualmente restaurado) en la Iglesia Parroquial de Abla, concretamente en el intradós del arco que comunica la nave central con la capilla de la Virgen de los Dolores. Su lectura heráldica es la siguiente: “una granada al natural, rajada de gules, sostenida, tallada y hojada con dos hojas de sinople”.

     La citada capilla, denominada popularmente “capilla de los Bazanes”, fue construida por esta familia hidalga de la localidad (s. XVI-XIX), que la utilizó como panteón familiar donde guardan sepultura varios miembros de este linaje. Como signo de privacidad y pertenencia particular fue colocada en la clave del citado arco el escudo de armas de la familia y bajo el mismo el escudo del antiguo reino de Granada.

     La razón de inserción de éste último escudo, no hay que buscarla en la pertenencia de Abla al citado reino sino al linaje de procedencia de esta noble familia de abolengo real, descendiente directa de los reyes árabes de Granada, cuyo fundador de la estirpe en Abla fue el caballero don Alonso Bazán Hacén, que era hijo o nieto del rey Muley-Hacén (1464-1482). De ahí la alusión del citado escudo al antiguo reino nazarita.

LA REMODELACIÓN DE LA PLAZA MAYOR DE ABLA

LA REMODELACIÓN DE LA PLAZA MAYOR DE ABLA

                        La plaza Mayor en los años setenta

     La plaza Mayor de Abla es el centro neurálgico de la villa. Responde al modelo de plaza cuadrangular casicerrada imperante en el siglo XIX con viviendas encaladas de dos y tres plantas, donde se emplazaban además del Ayuntamiento las viviendas de las familias más notables de la localidad.

     Las distintas imágenes de la plaza a lo largo del siglo XX apenas a afectado a las fachadas de los edificios delimitativos que mantienen la esencia, a diferencia del espacio central originariamente despejado, donde se instaló en los años setenta un recinto ovoidal ajardinado centrado por una farola con cuatro naranjos en los extremos. Posteriormente fue sustituido por una fuente central desproporcionada, que hacía la función de rotonda.

     La nueva imagen remodelada debe respetar el entorno de la plaza y ser acorde con el estilo que la caracteriza. Además debe recoger el simbolismo que encierra, referido a las tradiciones y fiestas tanto religiosas como profanas celebradas (antiguas corridas de toros, el antiguo mercado, la procesión “El Paso”, “las Carrozas”, “las cucañas”, las campanadas de Fin de Año, la procesión de los Patronos el 20 de Abril, etc.) mediante un panel informativo al igual que ocurre con demás ciudades y poblaciones. 

 

EL PASEO DE ABLA

EL PASEO DE ABLA

                                "El Paseo" en los años sesenta

 

     Tradicionalmente se le ha conocido simplemente como "El Paseo". Su reciente dedicación a S. Segundo es un homenaje al evangelizador y obispo de Abla, fundador de la Iglesia Abulense en el siglo I.

     En esta plaza estaba ubicado hasta los años sesenta "los viejos abastos" y el cine de verano. Antiguamente existían unas hiladas de gigantescos árboles que fueron talados en 1936 donde estaba instalado el conocido “paseo de los señoritos”, y aunque a principios de los años cuarenta varios se reimplantaron, posteriormente todos corrieron igual suerte. En sus dos extremos tenía dos fuentes de agua potable. Resultaba llamativo el famoso caño de agua donde se abastecía el vecindario con su pilar destinado como abrevadero de animales. Es el lugar donde se instalan los mercados en los días 5 y 20 de cada mes.

     En Viernes Santo, durante la procesión “El Paso, se representa el primer encuentro de Jesús Nazareno camino del Calvario con su Madre, mientras suenan las bocinas en cada acto. Hoy se ubican la nueva plaza de abastos, el Centro Cultural Abulense y el colegio local D. Joaquín Tena Sicilia.

BALANCE DEL C.E.A. EN 2009

BALANCE DEL C.E.A. EN 2009

                                            Vista de Abla

 

     Haciendo un balance del C.E.A. en el pasado año 2009, se puede adelantar que la actividad realizada ha sido muy eficiente, atendiendo al número de publicaciones en general como a la participación en diversos eventos culturales.

     El número total de Publicaciones aparecidas en el Blog C.E.A./09 son cuarenta y cinco (45), que comprende una temática muy variada. Entre otras, cabe indicar los capítulos dedicados a Las Adelfas atendiendo al anejo, el puente, la ermita y la figura indaliana y La Cruz de S. Juan estudiando la propia plaza, la cruz y el caño. En las Tradiciones, cabe destacar El “I Encuentro” procesional de Semana Santa, la noche del agua, la bandera de la Cardoncha, “el nochebueno” y los orígenes de la Merendica. En Historia se ha expuesto la rebelión morisca de 1568 y el litigio histórico de Abla y Fiñana. En Patrimonio se ha venido informando de la evolución de la restauración del mausoleo romano y en Numismática se ha estudiado una moneda púnica relacionada con la colonia Albtha. Igualmente en Pintura se ha expuesto un cuadro alegórico donde aparece Abla y en Heráldica  se ha analizado el escudo municipal.

     Las Actividades realizadas han sido muy diversas. Se han realizado dos Rutas Temáticas: La Ruta de Las Fuentes y la Ruta de Las Adelfas, así como dos Itinerarios Históricos-Artísticos, cuyo recorrido por el casco histórico ha permitido visitar aquellos monumentos más significativos de la localidad. Se ha colaborado en las Fiestas locales con la publicación en los Programas de Fiestas Patronales y de Verano de dos artículos relacionados con los Patronos de la localidad. También se ha colaborado en el II Encuentro Rural de Blogs y en el V Encuentro de Teleformación mediante un Itinerario-Artístico guiado. Finalmente, indicar que ha participado en la revisión del Diccionario Biográfico de Almería, relacionado con ilustres personajes locales y en la revista comarcal “Río Nacimiento” ha sido publicado un artículo titulado “La deforestación Histórica de los montes de Abla (ss. XVI-XIX)”. Independientemente de lo expuesto, el C.E.A. viene atendiendo consultas de particulares e investigadores referidas a la cultura local.

     Resumiendo, entendemos que la labor desarrollada por el C.E.A en 2009 ha sido muy positiva, dado que contribuye en algún modo a investigar, realzar y difundir la cultura abulense de Abla en sus múltiples facetas.