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CENTRO DE ESTVDIOS ABVLENSES Abla- Almería

FELIZ NAVIDAD

FELIZ NAVIDAD

EL CENTRO DE ESTVDIOS ABVLENSES OS DESEA

FELIZ NAVIDAD

Y

PRÓSPERO AÑO NUEVO 2010

EL NOCHEBUENO

     Chimenea rústica

 

     Tradicionalmente la Nochebuena navideña se celebraba en Abla en familia degustando para la ocasión una cena especial basada en platos de la tierra, propios de estas fechas transmitidos por las abuelas, donde los miembros de la familia más allegados compartían mesa y mantel.

 

   Durante la cena o con posterioridad a ella, una vez reducido el rescoldo de la lumbre de cocinar, se colocaba un tronco en la chimenea previamente reservado para la ocasión, denominado popularmente nochebueno (ALEA: T. III, L. 658, M. 718), que era lo suficientemente grande para aguantar la velada dando el calor necesario en la fría noche invernal.

 

   Antiguamente la Nochebuena transcurría próxima al rincón de la chimenea junto al calor de la lumbre y a la escasa luminosidad que proporcionaba el candil. La velada se prometía lo más divertida cantando villancicos populares y narrando viejas leyendas y cuentos navideños al abrigo de la calidez familiar.

 

EL LITIGIO HISTÓRICO DE ABLA Y FIÑANA

EL LITIGIO HISTÓRICO DE ABLA Y FIÑANA

                              Legajo del pleito de Abla y Fiñana

 

     Tras la Reconquista Abla y Abrucena quedan constituidas administrativamente como “poblaciones” sujetas a  la jurisdicción de la villa de realengo de Fiñana, quedando investido el alcalde mayor de Fiñana con facultades jurisdiccionales en materia civil y penal sobre la población abulense.

 

   Ello conllevará que los sucesivos alcaldes de Abla promuevan varios pleitos ante la Real Chancillería de Granada solicitando en vano la exención de la jurisdicción de Fiñana. Consta documentalmente que por Decreto de 13 Octubre de 1694 la Real Cámara deniega a Abla la solicitud de exención de la jurisdicción del Alcalde Mayor de Fiñana y también del Corregidor de Guadix.

 

   En 1799 los alcaldes ordinarios de Abla Felipe Maqueda y Juan Lao interponen nuevo pleito para eximirse de la jurisdicción de la villa de Fiñana, litigio que prosigue entrado el siglo XIX. Finalmente en 1833 con la nueva concepción administrativa provincial se pondrá fin a un litigio de más de tres siglos de tensiones.

LA ERMITA DE LAS ADELFAS (ABLA)

LA ERMITA DE LAS ADELFAS (ABLA)

                             Ermita de S. José (Las Adelfas)

 

     La Ermita de S. José se localiza en el anejo de Las Adelfas Bajas y fue costeada a principios del siglo XX con las aportaciones de la Parroquia y del vecindario para atender el servicio religioso de este poblado rural.

 

   Se trata de una nave rectangular pavimentada de ladrillo a la antigua usanza, con un altar frontal de albañilería donde se venera en su hornacina a S. José, su Patrón. Dispone de una pequeña habitación trasera que hace las veces de sacristía, confesionario y trastero. En su interior existen varios bancos para el acomodo de los fieles y en sus paredes cuelgan algunos cuadros religiosos.

 

   Estuvo en servicio hasta la década de los años setenta pero las emigraciones de los vecinos despoblaron el poblado y la ermita quedó cerrada al culto. Actualmente se encuentra en estado ruinoso en espera de restauración.

EL PUENTE DE LAS ADELFAS (s. XIX)

EL PUENTE DE LAS ADELFAS (s. XIX)

                                    El puente de Las Adelfas

     En el anejo municipal de Las Adelfas (Abla, Almería) se encuentra el colosal puente de ferrocarril denominado “El Puente de Las Adelfas”, construido de fábrica a finales del siglo XIX sobre la rambla del mismo nombre. Consta de siete bóvedas de cañón (como días de la semana) sobre seis pilas, cuya longitud aproximada es de 121,5 metros.

   Fue construido por la empresa francesa adjudicataria de la obra ferroviaria Fives-Lille. Dada la magnitud de esta obra de ingeniería, cuando el resto de las obras del tramo ferroviario Guadix-Almería estaban casi terminadas a finales de 1893, su ejecución se prolongó hasta su finalización definitiva al año siguiente. En la clave del arco central hay un escudo donde figura inscrita en francés la fecha oficial de su construcción (2-MARS-1894), el día 2 de Marzo de 1894.

   El citado puente aparece inscrito, con fecha de 07 de Enero de 2004, como Bien General Comunitario por la Junta de Andalucía y forma parte del Patrimonio Industrial y Minero Andaluz, así como del Patrimonio Local de Abla. Es recomendable su visita realizando la conocida ruta de senderismo “La Ruta de Las Adelfas”.

 

ABLA EN EL I SALON DE LOS PUEBLOS

ABLA EN EL I SALON DE LOS PUEBLOS

                                          Stand de Abla

 

     La XIX Feria de Muestras de la Provincia de Almería, celebrada en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Aguadulce del 30 de Octubre al 02 de Noviembre de 2009, ha contado este año con la novedad de la primera edición del Salón de los Pueblos, a iniciativa de la Diputación de Almería.

 

   Este evento supramunicipal ha sido el escaparate de lo mejor de la provincia donde han hecho su participación varios municipios almerienses ofreciendo lo más significativo de sus distintas facetas: empresarial, comercial, cultural, ocio, turismo, etc.

 

   Abla no ha dejado escapar esta oportunidad que se le brindaba y ha participado con un stand donde ha dado a conocer tanto su producción comercial como las tentadoras ofertas turísticas. Ha sido una buena ocasión tanto para dar a conocer Abla como a acercar al público en general a nuestro pueblo.

   

LAS ADELFAS (ABLA, ALMERÍA)

LAS ADELFAS (ABLA, ALMERÍA)

                                       Anejo Las Adelfas

 

       Este anejo de Abla, mencionado en el siglo XVI, está situado en la Sierra de Baza a 4,7 Km del núcleo urbano por carretera. Acerca de la procedencia de su nombre, una opinión señala que deriva de la planta “adelfa” y otra estima que proviene del topónimo antiguo Abelfas.

     El caserío está integrado por Las Adelfas Altas y Bajas, que a su vez están separadas por la rambla del mismo nombre, de modo que la componen cuatro núcleos de barriadas y varios cortijos dispersos que forman parte del entramado de este anejo municipal. En el Nomenclator de Población del año 1950 constan 40 viviendas y otras 36 edificaciones con una población de 146 habitantes de hecho. Las emigraciones de los años sesenta causaron la despoblación y actualmente, durante los fines de semana y vacaciones, es frecuentado el poblado por algunas personas que buscan el descanso y la tranquilidad que ofrece este paraje.

     Merece la atención visitar la ermita S. José (s. XX), el puente (s. XIX), las figuras indálicas, la balsa, el peñón de Basalta y admirar las viviendas rurales construidas al modo tradicional con tejados de aleras, que conservan un sabor típicamente serrano como si el tiempo se hubiera detenido en una época pasada. 

LA CONTRARREFORMA EN EL OBISPADO DE GUADIX

LA CONTRARREFORMA EN EL OBISPADO DE GUADIX

                                        Portada del libro

 

     La nueva publicación titulada “El paradigma contrarreformista de la diócesis de Guadix (Siglos XVI-XVIII)” del autor Carlos Javier Garrido García, ofrece una exposición analítica de los elementos que van a configurar el modelo de Contrarreforma en el obispado accitano a lo largo de las citadas centurias.

 

     El mencionado paradigma contrarreformista está basado en la recuperación de los mártires de la época califal y también de la antigüedad, caso de S. Torcuato de Guadix y los Santos Mártires de Abla, tendiendo en cuenta que en los citados siglos la parroquia abulense pertenecía al citado obispado. La finalidad pretendida en este caso es la ligazón de la Iglesia accitana a los orígenes martiriales de la Iglesia española.

 

     El citado libro recoge las actas de la comisión enviada en 1629 a Abla por el obispo de Guadix fray Juan de Araoz para investigar cualquier indicio o vestigio  acreditativo del martirio acaecido en época del emperador romano Diocleciano. La importancia de la publicación para la historia de Abla es que saca a la luz una información hasta ahora desconocida que permite completar un vacío histórico en esta localidad almeriense. 

  

LA DEFORESTACIÓN HISTÓRICA DE ABLA

LA DEFORESTACIÓN HISTÓRICA DE ABLA

                                      Portada de la revista comarcal

     En la revista Río Nacimiento (2009) nº 1, aparece publicado un artículo titulado “La deforestación histórica de los montes de Abla (ss. XVI-XIX)”, pp. 3-18, donde se hace un análisis comparativo del espacio natural del siglo XVI en el que prima el aprovechamiento regulado y el siglo XIX con un abuso desmedido.

   La actividad antrópica ha sido decisiva en la alteración de la cubierta vegetal, debida principalmente la actividad irracional motivada por el aumento demográfico, la roturación del espacio silvestre para ganar tierras de secano cultivables y la actividad carbonífera para la elaboración de carbón vegetal.

 

   La sobreexplotación intensiva ha causado la pérdida del espacio arbóreo, que ha afectado al hábitat favorecedor del desarrollo de la flora y fauna autóctona. También la incidencia por los agentes de la naturaleza sobre el terreno esquilmado han contribuido a la alteración del paisaje serrano. Consecuentemente se deduce, que la razón de la deforestación no es natural sino cultural.

UN DÍA DE VISITA EN ABLA

UN DÍA DE VISITA EN ABLA

                                Vista panorámica de Abla

 

      El pasado miércoles 30.09.2009 apareció publicado en el rotativo “Diario de Almería” un artículo dedicado a Abla en la sección “Opinión”, donde el escritor José Antonio Santano narra la visita realizada a Abla en su columna titulada “Imaginario”.

 

   El visitante estimó quedarse todo el día en el pueblo para conocerlo a fondo y decidió recorrer el blanco caserío sin prisas, recreó la antigua ciudad romana visitando sus monumentos históricos y el barrio de Los Castillos, con reminiscencias árabes, perdiéndose en sus laberínticas calles estrechas y serpeadas. También se acercó a un mirador para admirar la belleza de Sierra Nevada y divisar el paisaje con su verdor de  olivos y almendros.

 

   Finalizado el recorrido turístico, nuestro viajero aprovechó la ocasión para degustar la comida casera y el vino de la tierra en uno de los distintos restaurantes de la localidad y rememorando la visita, anotó en su cuaderno de viajes cómo en éste lugar idóneo la vida se serena.

MATIZACIÓN AL DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE ALMERÍA

MATIZACIÓN AL DICCIONARIO BIOGRÁFICO DE ALMERÍA

                                           Portada del libro

     Atendiendo a la carta recibida de la dirección del Instituto de Estudios Almerienses, de fecha 17.06.2009, se me invita a colaborar en la actualización periódica de la publicación titulada “Diccionario Biográfico de Almería”, a través de una versión digital, para revisar dentro del plazo señalado los personajes que he bibliografiado. Se ha remitido al respecto la siguiente puntualización, de fecha 08.09.2009.

    En el D.B.A. aparece en la p. 228 el personaje Lucio Alfeno Avitiano (Siglo II d.C.- Abla?]. Se observa que en la datación tras el vocablo Abla se ha colocado un signo de interrogación. Cabe señalar, que la atribución de esta figura histórica a la ciudad romana Alba (Abla, Almería) está constatada y queda despejada de toda duda, toda vez que las dos inscripciones epigráficas romanas nº 3399 y 3401 del “Corpus Inscriptionun Latinarum”. C.I.L. II de Hübner (1892) donde aparece inscrito este personaje proceden originariamente de Abla, aunque la nº 3399 fuese traslada a Fiñana, hacia finales del siglo XV o principio del XVI, motivo por el que indebidamente se le atribuye a esta vecina población.

    Para evitar la incertidumbre al lector se recomienda suprimir el signo de interrogación y cerrar la señalada datación con un signo de paréntesis en lugar de un corchete. El titulo quedaría del siguiente modo: Lucio Alfeno Avitiano (Siglo II d.C.- Abla) o en todo caso únicamente la datación Lucio Alfeno Avitiano (Siglo II d.C.), pues su atribución a Abla figura en el propio texto desarrollado.

 

 

EL APEO DE ABLA (1571)

EL APEO DE ABLA (1571)

                                  Libro de Apeo de Abla (1571)

 

      Tras la sofocación de la rebelión morisca en 1570, el doctor Juan de Salazar es nombrado el 10.12.1571 juez de la comisión para hacer el apeo de los bienes de los moriscos alzados en Abla. Una vez llegado a la población con el auxilio de los seises Juan de Robles, Juan de Zamudio, Hernando de Santiestevan, Juan Díaz de Quijano, Rodrigo Sojaila Alamin y Francisco Almaja, se procede al apeo y toma de posesión de los bienes confiscados a los moriscos en nombre del S. M. el rey el día 18 de Diciembre de 1571.

 

     Con la llegada de los nuevos pobladores castellanos al lugar de Abla, se procede a repartíseles 103 suertes, de las haciendas y bienes confiscados a los moriscos rebelados, que compraron a la parte a la Real Hacienda. También se procede al deslindamiento y amojonamiento del lugar de Abla, concediéndosele Término propio y el título de Real Población con la obligación de pagar sus vecinos, salvo excepciones de nobleza e Iglesia, a la Real Hacienda un censo perpetuo de 1.200 ducados anuales.

LA REBELIÓN MORISCA EN ABLA (1568)

LA REBELIÓN MORISCA EN ABLA (1568)

                                Manuscrito. Guerreros moriscos

 

       El sínodo de Guadix de 1554 fue el principal factor que desencadenó la sublevación morisca de 1568 bajo el reinado de Felipe II, además de otros factores económicos y fiscales, que contribuyeron al levantamiento en la jurisdicción accitana. Abla se alzó en el tercer día de Navidad, alentada por una cuadrilla de monfíes rebelados procedentes de Ohanes, enviados expresamente por el capitán de este partido El Gorrí.

 

     Cuentan las crónicas cómo los sublevados profanaron la Iglesia degollando un cerdo sobre el Altar Mayor y destrozaron altares y retablos. También se quemó el archivo parroquial y fue derribada la campana de la torre-campanario. Al día siguiente los hombres marcharon a Fiñana con el propósito de tomar la fortaleza mientras sus mujeres, hijos y ganados se encaminaron a La Alpujarra.

 

     La rebelión fue sofocada en la campaña militar llevada a cabo por el marqués de Los Vélez a finales de Noviembre de 1569, que obtiene la pacificación del lugar de Abla, nombrándose como garante del orden restablecido a don Francisco Barradas.

DESCRIPCIÓN DE ABLA EN 1571

DESCRIPCIÓN DE ABLA EN 1571

                                Portada. Libro Apeo Abla (1571)

 

     Tras la sofocación de la rebelión de las Alpujarras (1568-1570) en el reinado de Felipe II, el estado que se encontraba Abla aparece recogido en el Libro de Apeo de 1571, que recoge una descripción de la población de entonces:

 

     “... primeramente bimos al dicho lugar de Abla que esta asentado en una cañada a la cara del sol y tiene una azequia que biene por el lugar a un lado del tiene ensima del pueblo una fortaleza caida ... y que de la azequia se sube al pueblo y tiene una iglesia esta de un querpo y sana... tiene una puerta y tiene una torre sin campanas y que tenia doscientos moriscos menos seis y que tenian otras tantas casas y que abia quinse casas de cristianos biejos y que tenian quinse casas y que quedaban ciento y setenta nueve casas de moriscos y que de ellas abía abitables cien casas de moriscos y las demas estan la mayor parte de ellas con facilidad se pueden reparar”. (Libro Apeo Abla, ff. 11 v y 12).

 

     Se indica en el texto que el pueblo se ubica en una ladera montañosa, en cuya cima se hallaba una fortaleza ruinosa y a su pie discurría una acequia (bajo la actual calle Baja). La iglesia era de un cuerpo (más pequeña) con una puerta y una torre sin campanas (derribadas por los moriscos). También se indica un censo de la población y de las casas con antelación a la rebelión de 1568.

PAUSA VACACIONAL

PAUSA VACACIONAL

                     ESTAMOS DE VACACIONES

LA RUTA DE LAS ADELFAS

LA RUTA DE LAS ADELFAS

                    Grupo de senderistas participantes en la ruta

       La ruta permite acercarse a conocer este poblado enclavado en la Sierra de Baza, siguiendo los antiguos caminos de herradura utilizados por los lugareños para desplazarse hasta la villa.          

Salida:           Aljibe-ermita Las Maravillas.  

Dificultad:      Media.

Recorrido:     Ida por el Camino Bajo y regreso por el Camino Alto. Distancia 13 km.

Visitas:           Las Adelfas Altas y Bajas, el puente, la ermita, la balsa, el peñón de Basalta, las construcciones rurales y las figuras indálicas.

Itinerario:

Bajamos desde la plaza Cruz de S. Juan por el antiguo camino de la Fuente del Manzano hasta el río Nacimiento y descendemos por su cauce hasta tomar la cuesta del Molinillo, que comunica con el camino Real. Siguiendo hacia la derecha, tomamos la vereda de la cortijada de Los Leones, actualmente deshabitada, y descendemos a la rambla Alfarache, que remontamos hasta tomar en el barranco de la derecha. Al cruzar la carretera de Escúllar el camino nos conduce a Las Adelfas Bajas, encontrándonos con el impresionante puente de Las Adelfas (s. XIX) de siete bóvedas de cañón.

En Las Adelfas Bajas de Levante puede visitarse, una vez solicitada la llave, la ermita S. José, Patrón del poblado, y por la vereda de bajada a la rambla nos dirigimos a Las Adelfas Bajas de Poniente, apreciándose en el muro exterior de una vivienda una curiosa figura indálica, como signo de protección y buen augurio.

Remontamos esta rambla y nos dirigimos hacia Las Adelfas Altas de Levante, tomando la vereda ascendente flanqueada de pitones, que nos conduce al caserío abandonado. Siguiendo el camino de bajada a la rambla, que nos lleva a la balsa de Las Adelfas, podemos visitar el anecdótico Peñón de Basalta.     Ascendiendo por la vereda que se prolonga, llegamos a Las Adelfas Altas de Poniente, donde se mantienen desafiantes al tiempo varias viviendas típicas con tejado de aleras.

El regreso lo hacemos bajando a la rambla de Las Adelfas, y tomamos el camino Alto. Cruzando la carretera de Escúllar vemos el cortijo “Juan Basilio”, donde fue capturado el afamado bandolero “El Bendito” por la Guardia Civil. La vereda  nos conduce a la carretera de la Estación que nos encamina directamente hasta el pueblo.

 

 

LA PORTADA NEOBARROCA DE LA ERMITA SANTOS MÁRTIRES

LA PORTADA NEOBARROCA DE LA ERMITA SANTOS MÁRTIRES

                                                       Portada neobarroca de la ermita Stos. Mártires

 

El Decreto de 18 de Abril de 1629, otorgado por el obispo de Guadix Fray Juan de Araoz, establece formalmente el culto a los Santos Mártires en Abla y declara Patronos de la villa a los santos Apolo, Isacio y Crotato. También señala el mencionado decreto la necesidad de levantar una ermita dedicada a los santos Patronos.

En el solar donde debía levantarse el pequeño santuario se colocaron tres cruces y posteriormente se construyó la antigua ermita, que aparece documentada en el año 1698 en el mote de enterramiento de José de Sanpablo, conservado en el Archivo Parroquial (Libro 11º Entierros, f. 23 v.). Este valioso dato apunta que en el período 1629-1698 ya existía una originaria ermita muy distinta a la que conocemos actualmente y que con el transcurso de los años tras varias fases de remodelación y ampliación acabaría adoptando la imagen actual. Posteriormente, aparece citada en 1751 en el mote de defunción de Cayetano Herrada. Este santuario local ha sufrido numerosas transformaciones y restauraciones a lo largo del tiempo, la última fue realizada en 1998.

La citada ermita se encuentra situada junto a la carretera provincial que conduce desde el pueblo a Ohanes. Su trazado presenta planta de cruz latina, cubierta por bóveda de cañón y cúpula de crucero. La portada está formada por un pórtico superado con un frontón y centrado por dos torres simétricas.

Su fachada se organiza con un pórtico de acceso, que crea un espacio rectangular de comunicación del exterior con la puerta de entrada de dos hojas. Está compuesto por tres arcos de medio punto, que descansan sobre columnas y pilastras de cantería, formadas por base, fuste y capitel. Los citados tres arcos, representan un simbolismo religioso alusivo a los Tres Mártires.

Exteriormente, sobre el pórtico se apoya un frontón mixtilíneo enmarcado, que permite la iluminación interior mediante dos óculos simétricos. El cuerpo central de la fachada se encuentra flanqueado por dos torres laterales de planta cuadrada, que se rematan con un segundo cuerpo octogonal irregular. Cada torre presenta cuatro ventanales con arcos de medio punto donde se ubican sendos campanarios. Las blancas torres gemelas se encuentran cubiertas con tejado a ocho aguas coronadas con sendas cruces de hierro provistas con veleta.  

En la catalogación de la “Andalucía Barroca”, dentro de la sección dedicada a “Tradición y Modernidad”, figura entre otros monumentos barrocos andaluces significativos la portada de la ermita Santos Mártires de Abla.

La importancia que merece la ermita de los Patronos en la arquitectura barroca andaluza es que mientras en las principales ciudades de Sevilla, Málaga, Granada, etc. u otras secundarias como Jerez de la Frontera (Cádiz), Écija (Sevilla), etc. los artistas de reconocido prestigio desarrollaron importantes construcciones (civiles y religiosas) reconocidas tanto nacional como internacionalmente, igualmente en la periferia andaluza, a nivel local, se realizaron interpretaciones populares del barroco, que siguiendo la línea tradicionalista se desarrollan en un período retardatario, como es el caso de la ermita Santos Mártires de Abla, que constituye una manifestación artística tardía pero siguiendo los cánones tradicionales del barroco andaluz.

EL INDALO DE LAS ADELFAS (ABLA, ALMERÍA)

EL INDALO DE LAS ADELFAS (ABLA, ALMERÍA)

                                       Indalo de Las Adelfas

 

     El Indalo es el símbolo más representativo de Almería. Esta figura aparecida en la Cueva de los Letreros (Velez Blanco), perteneciente a la Edad del Cobre, representa a una figura humana con los brazos extendidos y un arco sobre sus manos, aunque no hay unanimidad acerca su significado. Está considerado como un símbolo de buena suerte y suele pintarse o colocarse para proteger las viviendas de las tormentas y el mal del ojo.

     En la Abla rural existe una variante de esta figura indálica. Se trata de una figura antropomorfa con los brazos abiertos y extendidos (sin arco) en actitud orante. Suele colocarse en las casas mediante piedras encajadas en los muros exteriores. En el anejo de Las Adelfas, ubicado en la Sierra de Baza, se conservan dos modelos y otro que lamentablemente se ha perdido. Según comentarios de vecinos solían verse en algunas cortijadas de la citada sierra.

     Su simbolismo está relacionado con el fetichismo y la superstición. Estos fetiches se colocaban como augurio de buena suerte con la creencia de que poseían poderes mágicos o sobrenaturales, que protegían a los moradores de las viviendas frente a las calamidades procedentes tanto de los agentes externos como de las fuerzas espiritistas.

HALLAZGO DE UNA MONEDA PÚNICA EN ABLA

HALLAZGO DE UNA MONEDA PÚNICA EN ABLA

                               Anverso de la moneda púnica

 

     Ha aparecido en Abla casualmente una curiosa moneda encontrada por un vecino. Puesto en contacto con la Universidad de Granada, el Departamento de Historia Antigua (sección de Numismática) la ha identificado como una moneda púnica, acuñada en la ceca de Gadir (Cádiz).

 

     La lectura facilitada es la siguiente: En el anverso muestra cabeza de Melqart-Hércules con piel de león.En el reverso aparecen dos atunes a izquierda. Sólo se aprecia parcialmente la parte de la leyenda en caracteres púnicos que va debajo de los atunes y restos de la que va encima. La medida diametral es 2,6 cm y su grosor aproximado es de 0,25 cm. La cronología de esta moneda es muy difícil de precisar con exactitud y los distintos autores las sitúan desde finales del siglo III a.C. hasta finales del siglo I a.C.

 

     Su importancia viene a confirmar la existencia de la colonia púnica ALBTHA (Abla) junto a cuatro monedas identificadas con la ceca púnica de Abla. Los investigadores señalan que la citada colonia experimentó un desarrollo  comercial en la minería y la metalurgia, según se desprende de la lectura numismática, hacia los siglos II-I (a.C.).

LA INADECUADA RESTAURACIÓN DEL MAUSOLEO ROMANO DE ABLA

LA INADECUADA RESTAURACIÓN DEL MAUSOLEO ROMANO DE ABLA

                         Estado de restauración del mausoleo

 

Las obras de restauración del mausoleo romano de Abla, iniciadas en 2006 y suspendidas en dos ocasiones por la aparición de motivos imprevistos que obligaron a la redacción de dos proyectos de modificación para redefinir este edificio sepulcral, no están contribuyendo a su recuperación fidedigna para devolverlo a su estado originario.

 

Si bien el proyecto de restauración evita el deterioro progresivo de esta construcción funeraria, se observa que no respeta las características originales de ciertos elementos de la edificación, ni su integración en el entorno arqueológico. Tampoco permite la recuperación de la rasante original que descubre el monumento en su integridad.

 

Tras la desacertada restauración anterior, que ocultaba la fábrica original romana del cuerpo superior, se ha optado por una intervención única en el conjunto, que no termina de recuperar la auténtica construcción originaria. La supresión de algunos elementos originales y la colocación de añadidos no documentados no contribuyen en modo alguno a respetar la imagen original de este monumento funerario romano del siglo II (d.C.).