SEMANA SANTA DE ABLA: EL TERCER ENCUENTRO
Imagen del Resucitado en la plaza de S. Antón (Foto: Antonio Oliva)
En la Semana Santa de Abla se celebran tres "encuentros" procesionales en distintas plazas del pueblo. El primero, tiene lugar en Viernes Santo en El Paseo y conmemora el encuentro de la Virgen con su Hijo, cargado con la cruz camino del Calvario para su crucifixión. El segundo, transcurre en la plaza Mayor el mismo día y recrea en dos actos cómo la Verónica limpia con un lienzo el rostro ensangrentado de Cristo y seguidamente muestra la Santa Faz estampada a su Madre. "El tercer encuentro" tiene lugar el Domingo de Resurrección en la plaza de S. Antón y conmemora la aparición de Cristo Resucitado.
¿Por qué se celebra el tercer encuentro en esta plaza y no en otra? Además de mandarlo la tradición, la respuesta hay que buscarla en la antigua Semana Santa local, que con el transcurso de los años ha experimentado algunas modificaciones.
Los Evangelios narran los episodios de la muerte de Cristo en la cruz y posteriormente, tras el desenclavamiento, el cuerpo es recogido y sepultado en un sepulcro, custodiado por dos centinelas, que velaban por su seguridad. Al tercer día Cristo resucitó y comentada la noticia, acudieron a presenciar la certeza que la piedra estaba corrida un grupo de mujeres y algunos discípulos.
Esta representación religiosa en la Semana Santa abulense se reproducía antiguamente en la ermita de S. Antón, donde se vestía el "monumento" a fin de cumplir la función del sepulcro. A la finalización de la procesión del Santo Entierro, el Cristo yacente, albergado en la urna, era trasladado a la citada ermita. Allí era custodiado por dos miembros relevados de la Hermandad del Resucitado (centinelas) y velado por la feligresía la noche de Viernes Santo hasta la Misa de Resurrección de Sábado Santo.
Al día siguiente, el Domingo de Resurrección, la procesión partía de la Iglesia parroquial hacia dicha ermita con la puerta abierta (la piedra del sepulcro estaba corrida) para encontrarse con la imagen del Resucitado en "el encuentro", que continua teniendo lugar en esta plaza de S. Antón. Posteriormente, tras "la juga de bandera" por el abanderado de la Hermandad del Resucitado, la comitiva religiosa siguiendo el itinerario finalizaba en la Iglesia donde tenía lugar la celebración de la Misa.
Esta tradición originaria ha sido alterada, se dejó de vestir "el monumento" y consecuentemente la urna sepulcral procesionada culmina definitivamente en la Iglesia sin trasladarla a dicha ermita. La alteración de la tradición también afectó a la procesión del Resucitado, pues esta imagen religiosa en lugar de salir desde la citada ermita, parte actualmente en procesión junto con la Virgen desde la propia Iglesia. No obstante, "el encuentro" procesional continúa celebrándose hoy en la misma plaza.
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