MI BARRIO DE INFANCIA
Calle Real en los años sesenta
Mi infancia transcurrió, hacia la década de los sesenta, en un barrio comprendido en el tramo de la calle Real, que discurre desde la plaza Mayor hasta las callejas perpendiculares del "antiguo café" y la de "Alfonso el Torrero", incluida la calle Duende.
Era una calle muy concurrida, disponía aproximadamente veinticinco viviendas, unos ciento veintisiete habitantes y dieciocho establecimientos, tanto públicos como privados, que hacían esta calle muy transitada, alborotada por la chiquillería, discurrida por los clientela, transitada por los campesinos que regresaban del campo con su animales y paso obligado de procesiones y festejos populares.
En este corto trayecto del barrio, se emplazaba la farmacia (José Martinez Sicilia), dos bares (Manuel Villehas y Antonio Rodríguez), una barbería ("Fajes"), una carnicería (Félix), una peluquería de señoras "Mariquita", una sastrería (Palomres), "el café" (José Fernández), una tienda de tejidos (Pepe Sánchez, un estanco (Cayetano), una droguería (Hnos. Catalicio), una sucursal bancaria (Doloeres Lao), una escuela pública (José Castillo), el puesto de la Guardia Civil, el servicio del practicante ("D. José")y una tienda (Filomena).
Los oficios del personal de la barriada eran muy diversos: dos albañiles, un farmacéutico, dos maestros, un militar retirado, un funcionario, un sastre, un carnicero, un barbero, una peluquera, una empleada de banca, un practicante (ATS), dos agricultores, cinco guardias civiles, un encargado de administración de fincas, dos comerciantes y tres hosteleros.
Actualmente, sólo queda una tienda en todo el barrio ("La tienda de la plaza") y viven habitualmente seis personas. Las causas de despoblación hay que buscarlas en las migraciones de las décadas sesenta y setenta, el paulatino fallecimiento de ancianos, la expansión urbanística local y la búsqueda de nuevos horizontes por los jóvenes. El sentimiento desgarrador lo describiría mejor la pluma de Sole Venegas ¡Lo que fue y lo que queda!